El síndrome de impostor es la desconfianza que tienen las personas en sí mismas, es decir, dudan de ser realmente merecedores de su éxito.
La mayoría de los afectados, son emprendedores y profesionales que han recibido reconocimientos y elogios por su brillante desempeño laboral.
Síntomas del síndrome de impostor
En primer lugar, el problema empieza cuando los afectados sienten que son diferentes, y piensan que engañan a los demás siendo deshonestos.
Pese alcanzar grandes logros, tienen la idea de que solo fue un “golpe de suerte”, de hecho, opinan que no son talentosos y el resultado de sus éxitos es producto del esfuerzo.
Por lo tanto, estas personas asumen que no están capacitadas para realizar ciertas tareas, o simplemente consideran que no saldrán como quisieran.
En pocas palabras, imaginan que son impostores, incluso al iniciar una conversación tienen el presentimiento de que algo está mal.
Consejos para superar el problema
La causa del síndrome de impostor, se debe al miedo de ser excluidos por la sociedad, absteniéndose de actuar como realmente lo suelen hacer.
Lo anterior se da más que todo, si descubren que no son buenos para resolver algo en el trabajo. En este sentido, se recomienda hacer lo siguiente para atacar el problema:
- Socializar con otras personas fuera de la empresa, sobre todo con quienes tengan gustos similares a ellos, con el objetivo de compartir sin temor alguno.
- Reconocer que somos humanos y nadie es perfecto, por lo que interactuar con los compañeros y hablar de los errores, puede ser una terapia ideal.